domingo, 22 de mayo de 2011

Raíces


El formalismo kantiano, que recibe su nombre del pensador y filósofo Inmanuel Kant, no persigue la felicidad, sino la justicia.

Se basa en la sensibilidad y racionalidad del ser humano, que tiene sentimientos, instintos y pasiones individuales.

El ser humano es libre y se propone leyes universales según las cuales gobierna su vida.



Immanuel Kant (Königsberg, Prusia, 22 de abril de 1724 – ibídem, 12 de febrero de 1804) fue un filósofo alemán de la Ilustración. Es el primero y más importante representante del idealismo alemán y está considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal.






La filosofía de Kant no niega la existencia de Dios, ni un orden moral, ni la realidad pensable de un mundo físico. Lo que niega —salvo en lo moral— es que la razón humana pueda trascender y llegar a esos entes en sí mismos: sean el «mundo», «Dios» o el «alma». Además Kant constituyó la idea de que el mundo, el sol y todos los planetas son complementarios unos con otros.
Kant parte de la conciencia, de las representaciones fenoménicas del yo. Sean provenientes del mundo externo o interno. Y se aboca, desde un principio, a la estética trascendental.
Kant entiende por sensación el efecto de un objeto sobre la facultad representativa, en cuanto somos afectados por él. Se entiende que se prescinde por completo de la naturaleza del objeto afectante y que solamente se presta atención al efecto que se produce en nosotros, en lo puramente subjetivo.


El empleo del término «Estética» en Kant difiere del uso que hizo Alexander Gottlieb Baumgarten del mismo término, en cuanto ciencia de lo bello. El uso de Kant es en realidad más fiel a la etimología (αισθητική, aisthetike, viene de αἴσθησις, aisthesis, que significa 'sensación, sensibilidad') pero el de Baumgarten tuvo mejor fortuna.
La Estética trascendental muestra que, a pesar de la naturaleza receptiva de la sensibilidad, existen en ella unas condiciones a priori que nos permiten conocer, mediante el entendimiento, los objetos dados por el sentido externo (intuición). Estas condiciones son el espacio y el tiempo.




sábado, 21 de mayo de 2011

Kant en la actualidad

Actualmente, el programa ético reciente más definidamente kantiano ha sido el de John Rawls, quien ha denominado a una etapa del desarrollo de su teoría «constructivismo kantiano». Muchos de los rasgos de la obra de Rawls son claramente kantianos, sobre todo su concepción de principios éticos determinados por limitaciones a los principios elegidos por agentes racionales (sin embargo, el constructivismo de Rawls supone una noción bastante diferente de la racionalidad con respecto a la de Kant).



El gran respeto por la libertad y la dignidad de cada persona en Kant, resulta, sin embargo una dificultad respecto de las consecuencias en la evaluación moral de una persona, puesto que si no tomamos en cuenta los efectos de las acciones y sólo nos guiamos por calificar la voluntad, siempre queda la sospecha de si el sujeto actuó “conforme al deber”, es decir moralmente o no. Parece que cada persona es la única que puede determinar su moralidad y nuestros juicios éticos sobre las personas carecerían de cualquier valor. 
De seguir absolutamente la propuesta kantiana, toda persona podría decir que siempre persiguió una máxima ética buena pero que “los enconos del azar” no le permitieron concluir esa buena acción. La filosofía kantiana de la actualidad tiene inconcluso este problema de subjetividad a pesar de los intentos universalistas. Las intenciones son internas y de difícil acceso para personas ajenas al individuo que actúa y siempre queda la sospecha de si una persona es virtuosa o no.